La satisfacción ODS fluye en dos sentidos…
- La alegría y sensación de ver que que sois conscientes de haber elegido bien en vuestros rostros
- La sonrisa que nos dibujáis en la cara cuando os vemos felices con nuestro trabajo
Podríamos haberlo adornado o puesto con palabras rimbombantes, pero así nos sale de dentro y así lo compartimos con vosotros. Porque los que nos habéis tratado y nos conocéis, sabéis que somos así de llanos. Nos importa, y mucho, vuestra satisfacción. Con ella medimos el valor de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, y del tiempo que os dedicamos. De mil amores, pero si encima es agradecido y celebrado, miel sobre hojuelas.
Y hemos de deciros, para nuestra propia satisfacción, que no hay despedida sin sonrisa. Cada vez que finalizamos un proyecto, si es puntual, o un servicio, si es periódico: Una sonrisa, un gracias por vuestro trabajo, y un hasta pronto. Y volvemos, creednos que volvemos, porque nos volvéis a llamar.
Lo decimos en la portada de nuestra Web…
El oficio convertido en virtud
No nos podría definir mejor.
Porque somos artesanos en lo que hacemos con nuestras manos. Y mimamos nuestro trabajo. Lo valoramos, lo agradecemos, lo compartimos y lo promovemos, para que todos puedan acceder a él y sientan cuán dignificante es desempeñar bien tu labor. Y se lo acercamos, o mejor dicho, abrimos las puertas del empleo a los más necesitados, porque ellos también tienen derecho a un trabajo digno. A sentirse realizados y a palpar la plenitud de quien remata una jornada de trabajo cansado pero orgulloso. De quien remata un proyecto con estrechón de manos y una sonrisa en el rostro.
Todo esto porque nuestra manera de comprender, de vivir y de sentir el trabajo es muy particular. Nos esmeramos sea cual sea la tarea o el proyecto en el que estemos involucrados: Una reforma, una obra nueva, incluso la limpieza de un colegio mayor o alguna institución… Pero igualmente vivimos y sentimos el hecho en si de hacerlo todo lo mejor posible, para que nuestro placer haciendo nuestro trabajo se multiplique con el placer vuestro por sentir más que colmadas vuestras expectativas.
Llamadnos románticos. Pero alguien tiene que encender la llama del trabajo digno y de la celebración del mismo, y si somos nosotros la portaremos con una sonrisa en los labios.